La capacidad de asombro / Revista Proceso

viernes, 24 de febrero de 2012

La capacidad de asombro Por José Gil Olmos / Proceso Dia de publicación: 2012-02-23

MÉXICO, D.F. (apro).- Una mañana del año 2007, uno de los violinistas más famosos del mundo, Joshua Bell, se puso una gorra, unos jeans y una playera, y se fue al metro de Washington a tocar. Con su Stradivarius de 1713, tocó por 43 minutos varias piezas. Nadie se detuvo para escucharlo, pero logró juntar 32 dólares de 27 personas que pasaron y le aventaron unas monedas. Este fue un experimento que realizó el diario The Washington Post para saber qué tanto la gente apreciaba la belleza de la música que era tocada en el Metro. El resultado fue que pocos repararon en el artista. Lo que nosotros podríamos decir es que este experimento también muestra que la capacidad de asombro se ha ido perdiendo, y eso es muy peligroso para una sociedad como la mexicana, imbuida en una espiral de violencia permanente desde hace unos ocho años atrás. Hace un par de años, en la ciudad de México también ocurrió un fenómeno parecido, pero completamente desgarrador. Sin tener preciso el día, la historia que me narraron fue que una mañana, en una de las entradas del Viaducto Río La Piedad, cientos de autos pasaron sin detenerse por encima de un bulto que estaba sobre la calzada. Las prisas, el tráfico, el estrés, el impulso urbano que nos come todos los días, hizo que nadie se detuviera a mirar qué era ese bulto que hacía brincar los vehículos, hasta que alguien se paro y descubrió que se trataba el cuerpo de una persona, que quizá había sido atropellada y nadie se detuvo para ayudarla. Cierta o falsa, esta historia bien podría ser un ejemplo de la pérdida de la capacidad de asombro que hemos sufrido como sociedad en los últimos años y que se alimenta de la individualidad, egoísmo y falta de solidaridad, y ha crecido con el neoliberalismo, como lo señala Tony Judt en su libro Algo va mal, el cual ha inspirado a miles de jóvenes indignados en Europa y Estados Unidos. En México, esta falta de capacidad de asombro la podemos constatar cuando miramos con indolencia la tragedia que sufrimos hoy en día con miles pobres, desempleados, indígenas olvidados, miles de muertos producto de la violencia del crimen organizado, pero también por la falta de derechos que es incapaz de garantizar el Estado y el gobierno en turno. ¿Qué puede conmover a una sociedad para que reaccione y ponga un alto a esta situación de violencia que genera muertes, desapariciones, ejecuciones, tortura y asesinatos de miles de hombres, mujeres y niños? Hace tiempo se pensaba que el cambio podría venir por la vía armada, como lo proponían los grupos guerrilleros, luego se pensó que lo mejor sería por la vía institucional y pacífica de los partidos políticos. Canceladas estas posibilidades, se podría pensar que la presencia de una tragedia de grandes magnitudes podría ser el pivote para hacer reaccionar a la sociedad. Vino entonces el asesinato de 42 niños menores en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, y no paso nada. Vinieron los hallazgos de las fosas clandestinas con miles de muertos, y tampoco paso nada. Comenzaron a sumarse diariamente los muertos y desaparecidos, hasta rebasar los 50 mil en cinco años, y nada pasó. A partir de abril empezarán las campañas para que el 1 de julio se vote por el nuevo presidente de la República y los nuevos legisladores del Congreso de la Unión. En vísperas de la elección presidencial, seguramente todos los candidatos harán promesas de campaña para superar esta crisis. Dirán que en unos años acabarán con la violencia, que los soldados regresarán a sus cuarteles y los criminales dejarán las calles, que habrá seguridad y se crearán empleos, escuelas y hospitales suficientes para todos. Pero, otra vez, serán sólo promesas de campaña. Hará falta algo más que eso para superar esta crisis y esta tragedia, para recuperar la capacidad de asombro extraviada en esta violencia cotidiana y rutinaria. Esa será responsabilidad de los candidatos, pero también de la sociedad, que tiene ante sí el enorme de reto de salir de esta indolencia que nos impide mirar conscientemente el horror en que estamos metidos. http://www.proceso.com.mx/?p=299072 http://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=108799&relacion=&tipo=Reportajes&categoria=455

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Una mujer excepcional

jueves, 2 de febrero de 2012

"...LEÓN. Peña Nieto no tiene abuela... como la mía, dijo el aspirante al gobierno de la ciudad de México, Gerardo Fernández Noroña, quien ensalzó a su abuela ayer miércoles.Fue una mujer excepcional y gracias a ella pude estudiar y llegar hasta donde me encuentro, dijo Fernández Noroña, sin perder la oportunidad de rematar: “Si Peña Nieto hubiera tenido una abuela como la mía seguro hubiera leído, ella siempre se preocupó por el estudio y decía que la dignidad era muy importante. Yo honro la formación de mi abuela y de la Universidad Metropolitana”.... http://eleconomista.com.mx/foro-economico/2012/01/12/gran-carpa-hermanos-fuentes

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Mandamientos

De seguro que estos Mandamientos los hizo la abuelita de Noroña...o alguien como ella.

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sábado, 28 de enero de 2012

..Carina García MÉXICO, D.F., enero 8 (EL UNIVERSAL).- Cuando Gerardo Fernández Noroña sube a tribuna, con o sin megáfono, manta o campana; provocador o no, suele citar a una mujer: “Mi abuela, que era una persona muy sabia, decía...”. ¿Quién habla en voz del ex perredista? ¿Quién le aconsejó escoger a los adversarios más grandes? Se trata de María de la Luz Velásquez Villalobos; nació en Texcoco, Estado de México; fue humilde, huérfana y estudió hasta tercero de primaria. En una época en la que el matrimonio era para siempre, se separó de su esposo, Daniel Noroña, cuyos maltratos no aguantó. Como costurera, mantuvo a sus tres hijos y luego a los nietos. Gerardo fue el consentido. Cuando habla de ella el diputado, acusado de irreverente, metido en polémicas por presunta discriminación, famoso por sus mantas —todo lo cual niega—, sonríe: “Mi abuela era muy dicharachera, no sé si era la característica de su generación, pero tenía un dicho para todo; era muy mal hablada. “Cuando alguien no le hacía bien las cuentas, decía: ‘A dos de la vela y de la vela dos’, y de ahí no te saco. “‘Ha de ganar tu gallo aunque sea pelón’, que se lo recité a (Emilio) Chuayffet, y significa que aunque no tengas la razón la quieres imponer (…) o ‘para las ansias del cura, los huevos del sacristán’, cuando se impacientaba (…) Era pura sabiduría popular”, recuerda Noroña. Su escuela fue la vida María de la Luz “fue muy sufrida, huérfana; era una mujer de rasgos indígenas además, y en este país esas eran maldiciones. Batalló mucho y tenía un carácter muy fuerte”. Y mientras come, literalmente un taco de lengua, el diputado del PT añora: “Nadie cocinaba como ella. Su forma de consentirnos era preparar lo que más nos gustaba. A mí las pechugas empanizadas con puré de papa y el dulce de maicena, que lo hacía como nadie”. —¿En qué era autoritaria? —En todo, era muy ca... De niño pegaba un grito y te ponías a temblar. —¿Qué le molestaba? — Era muy mandona, y había cosas en las que tenía razón. Yo siempre he sido desorganizado, a mí me puso la mano un par de veces, las dos justamente, por cierto, tenía como 16 años y estaba empezando a tomar distancia, y ella quería seguir mandando, me aplacaba. —¿Y debatían sobre política o religión? —No, no era politizada. Tenía un vocabulario impresionante para tener tercero de primaria, no sé por qué, porque no era lectora. Tenía una colección de libros infantiles, los sacudía, los hojeaba y los ponía en su lugar, eran como tesoros. Leía revistas, veía mucha televisión. —Era religiosa? —Sí, mamá era muy católica, íbamos a misa todos los domingos, pero no era cerrada ni se la pasaba rezando, era muy humana, no tenía problemas con el aborto. —¿Por qué le dice mamá? —Porque mi madre trabajaba y en ese tiempo se estilaba que las abuelas se hicieran cargo; entonces a quien conocí como mi madre era mi abuela, fue mi gran consejera, era todo, todo. Las influencias más grandes fueron la universidad y mi abuela. Ella hizo todo porque fuera a la universidad. —¿Y no se enojó cuando se hizo ateo? —Sí, decía: ‘¡Me jalo los pelos contigo¡’, te mandé a la universidad para que mejoraras y andas de cabello largo, eres un fachoso, mal hablado, ¡comunista me saliste, me lleva la chingada!’ Pero entendió mis razones. —¿Y si lo viera haciendo ‘show’ en el pleno? —Nunca hago ‘show’. —¿No? —Si me viera luchando estaría muy orgullosa de mí, como estuvo siempre. http://www.eluniversal.com.mx/nacion/192690.html http://www.terra.com.mx/noticias/articulo/1056951/Sorprende+Fernandez+Norona+con+pancarta+amorosa.htm

Publicado por Olvido C. en sábado, enero 28, 2012 0 comentarios  

Bienvenida.

viernes, 27 de enero de 2012

Gracias por entrar a este sitio que pretende honrar la memoria no sólo de la abuela de Gerardo Fernández Noroña, sino de todos los adultos mayores (o menores) que de alguna forma se sientan ligados a la literatura.


Un gran abrazo.